Pero si algo distingue a La Segadora, es que aparte de su pésimo sentido del gusto es vieja como El Diablo, y por ello muy lista (e hijadeputa). Cuando la anciana Cima cargó con el reloj, estaba sellando su desgracia, puesto que si se cruzaba con alguien cuando el reloj se quedaba sin cuerda, esa persona moría. Y si dejaba de darle cuerda al reloj, moría el portador. Conclusión: nadie quiere cruzarse con la vieja Matilde, y la pobre anciana deambula eternamente por las calles, y además, nunca ha podido tener descendencia.
Así que recuerda, viajero, que si llegas a Periferia, si escuchas el ronco tic-tac de un reloj a tu espalda, no te des la vuelta y huye antes de dejar de oírlo.

1 comentario:
Con la manía que ya le tenía yo a los "tic tacs". Increíble!! eres un crack!!
Que buen personaje, que buena historia ( ya de los dibujos ni hablamos ^_^)
Beso!
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