27/4/08

Adell, la niña que se comió al monstruo del armario

Una noche, la pequeña Adell saltó de la cama y fue a buscar al monstruo que se escondía dentro de su armario. El pomo de la puerta giró, y la luz de su lamparilla en la mesita de noche iluminó el fondo vacío de su armario, donde tan solo estaba su viejo peluche, "El Señor Arpillera". Lo recogió del suelo, cerró la puerta, y al girarse lo vió. El monstruo estaba esperandola, sentado al borde de la cama. La niña no se amedrentó, ni hizo el amago de gritar en busca de la ayuda de sus padres. Sabía bien lo que tenía que hacer, y lo hizo: se adelantó hasta las mismas fauces de éste, abrió su enorme bocaza, y de un par de bocados se zampó a su pesadilla nocturna. Luego salió al pasillo, fué al baño a hacer un pis, se limpió los dientes con su pasta dentífrica de sabor a mandarina y se acostó abrazada al Señor Arpillera.




Extraido del libro "Veintitrés maneras de acabar con el monstruo del armario" (capítulo 3)

1 comentario:

Indigo dijo...

A mí me dio más miedito Adell que el moztro... pobrecito ^_^
Abrazo